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PRESUPUESTO GENERAL DE LA NACIÓN

Tal como lo estipula el numeral 11 del artículo 150 de la Constitución Política de Colombia, es una de las funciones del Congreso de la República el “Establecer la rentas nacionales y fijar los gastos de la administración”1, lo cual, en otras palabras significa, la Elaboración del Presupuesto General de la Nación, con base en los presupuestos individuales de cada entidad y en concordancia con las situación actual del país y los fines de las políticas económicas de la nación.

 

Entendiendo el termino presupuesto como una de las herramientas administrativas más importante para la toma de decisiones y para direccionar las acciones de los administradores (públicos en este caso), y con base en la exigencia expuesta en el párrafo anterior, empezamos a entender la dificultad que representa para el Gobierno Nacional la elaboración de dicho presupuesto, la inversión en tiempo, y lo difícil de su aceptación y aprobación, que impide también la conformidad de todos a quienes afecta, es decir de todos los Colombianos.

Analicemos un poco los términos de dicha exigencia de concordancia con las políticas económicas del país.

 

Dentro de la Política Monetaria del Estado se contemplan los instrumentos que este usa para variar la cantidad de dinero presente en la economía, y de esta manera influir en el valor de la Divisa Nacional, la Producción, la Inversión el Consumo y la Inflación, esta persigue el objetivo de mantener la estabilidad económica, con un crecimiento favorable que no incremente el nivel de inflación y que mantenga estable la proporción del peso con el dólar.

 

La política fiscal por su parte, debe tener relación con el presupuesto general, al igual que con la política monetaria, y los objetivos sociales, a la vez que constituye la parte más importante y delicada de la financiación del estado. En este punto el gobierno puede aplicar una política monetaria expansiva, en la que, con la reducción de la carga impositiva se estimule la demanda, la inversión y el crecimiento, pero cayendo en Déficit Fiscal2, o por el contrario, de manera restrictiva, con el aumento de impuestos evitar el déficit y financiar sus actividades, pero desestimulando la inversión y afectando incluso  a la inflación.

 

De esta manera, si conocemos que para el Gobierno Nacional constituye uno de sus principales objetivos el Crecimiento Económico del País, que parte de la inversión, el equilibrio basado en la estabilidad de precios (Inflación), la estabilidad de la divisa para no afectar la balanza comercial, el pago de la deuda, el no incurrir en más deuda, el no caer en déficit fiscal y el mantenimiento de la estabilidad y equilibrio social, al tiempo que responde a las necesidades sociales básicas de la nación, seguimos entendiendo la dificultad de elaborar y aprobar el Presupuesto General de la Nación, y más aún de ser aceptado y favorable para todos.

 

Las decisiones del gobierno en materia del presupuesto, adicional a la dificultad para tomarlas, no son siempre bien recibidas y aceptadas por todos, ya que la cifra estimada, por ejemplo para la vigencia fiscal 2006, de CIENTO CINCO BILLONES TRESCIENTOS NOVENTA Y DOS MIL SEISCIENTOS CUATRO MILLONES OCHOCIENTOS OCHENTA Y CUATRO MIL CIENTO ONCE PESOS Moneda Legal  ($105.392.604.884.111)3,   siempre será considerada baja para las necesidades de toda una nación, y en la apreciación de algunos, más favorable para unos que para otros generando el inconformismo de cada entidad, de cada departamento, de cada rama del poder publico y de cada empresa estatal4 a la hora de recibir su cuota o parte presupuestal.

 

En este sentido el Gobierno Nacional y en respuesta a los requerimientos de las entidades internacionales que controlan la economía mundial y la Potencia Económica de la que dependemos parece inclinarse más a las necesidades netamente financieras y de la política monetaria en relación a su capacidad económica, que a las necesidades de la población, que espera que sean también satisfechas como resultado de estas políticas.

 

Al ver que finalmente, aún con el desgaste laboral, y la inversión de tiempo que para nuestros gobernantes representa la elaboración y aprobación del Presupuesto, este no es va más allá de ser una herramienta para orientar y facilitar las decisiones, ya que busca favorecer a toda una nación, basado en la equidad e igualdad, pero las limitaciones propias del estado y sus necesidades no lo permiten, sin entrar  a hablar de otros temas que como la corrupción y el clientelismo desvían incluso el dinero que debe destinarse para actividades sociales, Quedará entonces, en manos de los futuros gobiernos y administradores públicos de cada entidad, lograr presupuestos cada vez más favorables y consecuentes con las necesidades sociales y económicas del país en el marco de un gobierno cada vez mas transparente que logre no solo con el Presupuesto General, sino con todas sus políticas alcanzar los objetivos económicos, corresponder a las políticas del estado y lograr ese balance social de equidad, igualdad y compromiso con el pueblo, favorable para todos.

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