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williamaponte

EL USO DE LA PALABRA

Un vendedor, un empleado administrativo y el gerente van a almorzar y, tirada en el suelo, encuentran una antigua lámpara de aceite. La frotan y aparece un Genio envuelto en una nube de humo.

- Como generalmente otorgo tres deseos, les voy a dar uno a cada uno, dice el Genio.

- ¡A mi primero! ¡Yo primero! Porfía el empleado administrativo. Quiero estar de vacaciones en el Caribe y … ¡Puff! …¡Desaparece!

Sin salir de su asombro, el vendedor grita:

-         ¡Ahora a mí! … Quiero estar en Hawai, descansando en la playa con mi masajista personal, con una inagotable provisión de cerveza y con una top model. Y … ¡Puf! … ¡Desaparece!

- Bueno, ahora te toca a tí, le dice el Genio al gerente.

- Quiero que esos dos vuelvan a trabajar después del almuerzo, dice el gerente.

 

Conclusión

 

Siempre hay que dejar que el jefe hable el primero.

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